
MÉXICO, UN PAÍS MULTICULTURAL
Mucho conocemos de México como pueblo mestizo. Sabemos que llegaron los españoles a conqusitar a los indígenas, que sometieron su manera de vivir y que nació el primer mestizo. Sin embargo, ahí no acaba la historia. Nuestro país posee una serie de interacciones culturales que han definido lo que hoy conocemos como cultura mexicana.
A principios del colonialismo la raza negra fue una influencia sumamente importante y en sí, la tercera raza más importante de nuestro mestizaje. Los españoles trajeron de África a esclavos para realizar el trabajo duro en las plantaciones agrícolas. Su asentamiento tuvo lugar en las costas principalmente de Guerrero, Oaxaca y Veracruz. La mezcla de negros con indígenas dio lugar a las castas, pero también a una herencia cultural que hoy en día perdura. Los principales rasgos están en la música tradicional mexicana: sones jarochos, instrumentos como la marimba, el bote, el marimbol, y la manera de ejecutar los intrumentos, como el rasgueo de las jaranas y la percusión en las arpas.
Otra influencia palpable es la filipina y asiática. La Nueva España se convirtió en la conexión comercial entre Asia y Europa debido a la ruta ‘Nao de la China’, la cual permitía realizar un viaje de ida y regreso de la bahía de Acapulco al continente asiático. Esta conexión económica más tarde se convertiría en una conexión cultural. China y Filipinas nos dejaron sus huellas en las artesanías, la arquitectura, el folklore; por ejemplo, los rebozos o mantones, los enconchados (conchas incrustadas en pintura), la palapa, las piñatas, la pelea de gallos e incluso, la China Poblana. Y si nos fijamos bien, tenemos muchos rasgos asiáticos en cuanto a fisionomía se refiere.
